Luego de haber tenido unos días de esparcimiento, los guatemaltecos regresamos a nuestros quehaceres cotidianos y con ello, regresamos a ponerle atención a los asuntos de la vida política. Creo que, en esta tan corta campaña electoral, esta semana debiese empezar la recta final de las mismas, pero con los sobre saltos que hay por virtud de acciones judiciales, quién sabe.
Esta semana es la primera “hábil” de la nueva presidencia de la Corte de Constitucionalidad, que debe conocer tres acciones con respecto a candidaturas presidenciales, amén de otras tantas con relación al “evento” electoral, como las inconstitucionalidades contra ciertos artículos de la Ley Electoral y de Partidos Políticos; el retraso de conocimiento y resolución de esas impugnaciones casi, casi podría catalogarse como malicioso, en mi opinión. La CC resolverá dos apelaciones de amparo, una de amparo definitivo -en el caso de la candidata Zury Ríos- y otra de provisional -en el caso de la precandidata Thelma Aldana- por lo que, de nuevo, estará en sus manos el panorama electoral. Con el cambio de presidencia en la CC, no creo que haya cambiado ninguna correlación de fuerzas, pues, lamentablemente, creo que más que posiciones jurídicas, los magistrados “escogieron bando” desde hace tiempo y quién ocupe la presidencia solamente tiene relevancia con respecto a convocatorias a pleno de magistrados; en otras palabras, creo que la apelación de Aldana será conocida antes que la apelación del TSE al amparo definitivo de la Corte Suprema a Ríos. Me atrevo a adelantar -sin contar con información privilegiada ni filtraciones, como si lo han hecho algunos periodistas y tuiteros en redes sociales- que la CC otorgará amparo provisional a Aldana para que sea inscrita; no debe entrar a conocer fondo alguno, y seguramente utilizará el formulismo contemplado en la Ley de Amparo que permite la protección constitucional “porque las circunstancias lo hacen aconsejable”. Es importante destacar que el asunto principal nunca dejó de conocerse por la Corte Suprema de Justicia, pues la apelación no tiene efectos suspensivos; la CSJ deberá emitir sentencia en un corto tiempo. Ninguna sorpresa allí tampoco, pues creo que los magistrados de esa “corte inferior”, como torpemente dijera la congresista gringa/chapina Norma Torres, resolverán no otorgando el amparo definitivo. Sorprendentemente, algunos analistas y Abogados sostienen el criterio que cuando y si eso suceda, el amparo provisional otorgado por la CC se mantiene por sobre la denegatoria de amparo definitivo; hay varios principios generales del derecho que ilustran el punto, como que los asuntos accesorios corren la suerte del asunto principal. La aplicación de tal principio implicaría que una vez rechazo el amparo en definitiva, es decir, el asunto principal, el accesorio -que es el provisional- queda sin sustancia, pues fue otorgado “mientras tanto” se conocía el amparo definitivo. Por supuesto que, al ser rechazado ese amparo definitivo por la CSJ, los interesados apelarán esa sentencia a la CC y allí ya sabemos qué ocurre. Tortuoso camino, pero esos vericuetos legales no son el principal enemigo de Thelma Aldana, sino lo es el tiempo. Por la falta de una plataforma acorde a sus intereses -y los consabidos forcejeos internos de toda organización política viva- la concreción de la candidatura de Aldana no se dio sino hasta los últimos momentos posibles; el calvario jurídico para su inscripción estaba cantado y sabiéndolo, por las razones que hayan sido, retrasaron su inscripción. Eso les acortó los tiempos que ahora les son escasos. Bien dice el dicho que el tiempo perdido, hasta los santos lo lloran.
En el caso de Zury Ríos, pareciese que la suerte está echada, la correlación de fuerzas en la CC es contraria a su candidatura -por razones constitucionales, pero también por razones personales- y ya no digamos cómo son los ánimos hacia su candidato vicepresidencial que conocida es la animadversión que le tiene la magistrada Porras. Así, apartándose de la doctrina neo constitucional tan gustada por esa corte, como es la de bloque de constitucionalidad -que de aplicarse, debiese confirmarse el amparo- la CC muy probablemente revocará el amparo a Ríos con lo que se traerá al plato su candidatura. Veremos, eso si, el retiro de las máscaras de los magistrados y cómo harán para sustentar jurídicamente el apartarse de criterios sostenidos en materia electoral y de derechos humanos.
Finalmente, en el caso de Sandra Torres, la CC debe conocer por lo menos dos acciones de amparo en contra de la decisión de la CSJ de rechazar in límine el antejuicio contra ella y unos diputados; la CC podrá otorgar amparo provisional y en él, básicamente resolver el asunto principal, como ya lo ha hecho -ilegalmente- en otros casos. Lo que debe resolver la CC es simplemente si se violaron derechos constitucionales -¿del MP?- al rechazar el antejuicio y si sí, entonces la CSJ deberá conocer y resolver de conformidad al procedimiento contenido en la Ley. Eso no implica, necesariamente, que se declare que ha lugar a formación de causa, sino simplemente que se sustancie el antejuicio con todas las de Ley. Eso, en mi opinión, solo dará tiempo -pero también incertidumbre- a la candidatura de Torres.
Así, las 3 candidatas mujeres con mayor posibilidad de alcanzar la presidencia, según varias mediciones, tienen serios obstáculos judiciales para participar. Seguro no tardarán en decir algunos que la Ley es misógina -porque claro, ha sido creada por hombres- y se limita la participación de la mujer en política.
Parafraseando a La Rebelión de la Granja de Orwell, en donde la norma era que todos los animales eran iguales, al tomar el poder los cerdos la cambian y proclaman que “todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”. En el caso que nos ocupa y en el marco electoral, todos los votos son iguales, pero los votos de los magistrados de la CC son más iguales que los otros. Si usted quiere “antropoformizar” algunos animales de la granja con personajes del acontecer nacional, ese ya es asunto suyo…