MI ÚLTIMO ARTÍCULO

Este será mi último artículo… antes de las elecciones, pues. 

Tómese un minuto por lo menos para darse cuenta de que en menos de una semana ya habremos elegido diputados y autoridades municipales; en cuanto a la presidencia, esperemos que el TSE ya tenga los resultados del primer y segundo lugares para el próximo lunes, aunque con los “bandazos” que ha dado últimamente y con los nubarrones que ensombrecen su imparcialidad, no extrañaría que nos tengan en ascuas más de 24 horas.  Como sea, estamos en la última milla -como se dice en inglés- antes del día de las elecciones.  En mi opinión, no hay nada que puedan hacer los candidatos para conseguir persuadirle; lo que si puede haber son acciones o declaraciones que le hagan perder su preferencia, o incluso, acusaciones judiciales a último minuto.  El aforismo político de que las elecciones no se ganan, solo se pierden, se aplica como anillo al dedo por acá.

Luego de esa breve introducción, tengo que confesarles que les he fallado; tuve la mejor de las intenciones de hacer un comparativo de los planes de gobierno de los candidatos a la presidencia -los que encabezan encuestas, por lo menos- para que usted, pudiese tomar una decisión más informada. Consciente que son muy pocas las personas que leen los planes de gobierno, creí que sería un aporte importante. Con gran pesar les informo que, luego de leer los documentos proporcionados por los equipos de los candidatos -el de la UNE nunca me lo compartieron a pesar de mis repetidas solicitudes, mas lo obtuve por mi cuenta- llegué a la conclusión, como digo, pesarosa, que no haría la más mínima diferencia que usted, mi lector o lectora, conociese mi síntesis de ellos.

Lo que si debo hacer es reconocer la colaboración de los equipos y candidatos de Humanista (Edmond Mulet) y de PAN/Podemos (Roberto Arzú) que me los proporcionaron personalmente.  En el caso de Vamos, fueron colaboradores cercanos los que me lo compartieron.  El de la UNE, como ya dije, nunca me lo compartieron oficialmente, sin embargo, lo obtuve el sitio web de ICEFI.  El dato anterior es importante, pues desconozco si ese tanque de pensamiento tiene el documento oficial.  Por curiosidad, también leí el plan de gobierno del MLP que lleva como su candidata a Thelma Cabrera, no porque me crea que está cercana a los primeros lugares, como algunos embusteros quisieran hacerle creer, sino porque creo que es importante conocer lo que proponen.  Sin entrar a detalles -porque me sería imposible resumir todos- y, como dije, no creo que haga diferencia alguna, si le contaré algunas particularidades.

Debo reconocer que el documento que más me impresionó, cuando menos por su extensión y detalle, es del partido Vamos; me enviaron un documento con una agenda legislativa que, a pesar de que contenía elementos repetidos como distintas modificaciones a la misma ley tributaria, creo que es una buena práctica dar a conocer la agenda legislativa que se pretende.  Su plan nacional de innovación y desarrollo es un documento de 222 páginas que francamente solo vi por encima, eso si, con la ayuda de la guía adjunta, documento más digerible de 36 páginas.  Se ha criticado mucho que el Dr. Giammattei ha sido muchas veces candidato sin tener éxito; aquellos que crean que solo de los éxitos se aprende, y no de los fracasos en especial, evidentemente no han aprendido nada de la vida.  Si los fracasos anteriores de Giammattei le han enseñado algo, seguramente está plasmado en su plan de gobierno que evidencia bastante preparación.  Si bien es un impresionante documento, hay que reconocer que para efectos electorales no vale mucho; somos muy pocos los que nos interesamos por los planes y muchos menos los que hacemos esfuerzos por leerlos y con base en ellos, meditar nuestro voto.  Como se sabe, la política -en especial esta política tropical- es más emocional que racional.

El segundo plan de trabajo que me fue compartido fue el de la coalición PAN/Podemos que lleva como candidato a Roberto Arzú.  Es ineludible mencionar que su plan de trabajo, por lo menos lo que su equipo de comunicación me compartió, más que escueto, es raquítico. Más allá de esbozar las líneas generales de su campaña, no desarrolla conceptos, no elabora en propuestas ni hace esfuerzo alguno en llenar hojas y hojas de la filosofía o ideología detrás de ellas.  Aunque parezca un contrasentido, creo que este flaco y limitado documento -si es que se le puede llamar así- es el más eficaz en términos electorales.  Precisamente por lo que afirmé anteriormente,  que casi nadie se interesa por leer largos documentos, este corto y conciso, es mucho más efectivo y muestra de ello -además de otros elementos de la candidatura de Arzú- es su vertiginoso crecimiento al punto de estar entre los que tienen chance de disputar la segunda vuelta con Sandra Torres. 

Seguidamente obtuve el plan de gobierno del Partido Humanista que, al igual que el de la UNE -al que me referiré abajo- contiene propuestas concretas y basadas en un conocimiento aceptable del funcionamiento del Estado y de las dificultades que conlleva tratar de implementar planes a un monstruo como ese; las dinámicas propias del funcionamiento estatal son, por mucho, las más grandes limitantes para conseguir el éxito.  En mi opinión, el plan de gobierno del Partido Humanista es el más aterrizado y realista, pues no pretende embustes con fines populistas y electoreros; son metas alcanzables dentro de un período de 4 años que, como es sabido, limita mucho las opciones.

Si bien el plan de trabajo de Humanista tiene planes concretos y metas alcanzables, no indica cómo ni cuanto cuesta llevar a cabo dichos planes. Ese es el denominador común de los planes de gobierno y, como se podrá advertir, es su talón de Aquiles. 

El de la UNE es un plan medianamente detallado (unas 32 páginas), y yo diría que está ente el tremendamente desarrollado de Vamos y el efímero, pero más efectivo, de PAN/Podemos; un punto medio de contenido y efectividad, algo que parece muy bien calculado para efectos electorales, pero bien estructurado como para ser evaluado por tanques de pensamiento y similares.  Una apuesta política electoral taimada. No por nada es el partido que, según todas las encuestas más o menos serias, lleva la delantera y por mucho. 

Los planes de gobierno que leí contienen, todos, la falla de no decir cómo, mucho menos cuánto cuesta llevar a cabo las propuestas, su talón de Aquiles.  Yo quiero llevar a mi familia a Disneylandia; es una meta alcanzable y posible, pero si no cuento con los fondos necesarios, más que un plan, es un sueño.  Así están los planes de gobierno que leí.

Es una verdadera tragedia que, tanto esfuerzo y sobre todo tanto dinero se invierta en un la formación de un partido político, su mantenimiento y elaboración de propuestas -ya no digamos en una campaña presidencial- como para que, mal que bien, se elaboren planes de gobierno que no solo no sirven para un carajo en una democracia como la nuestra, sino que a la hora buena, al ganar la presidencia, más que hoja de ruta, sirve como escudo ante la imposibilidad de prever las tremendas dificultades que conlleva tratar de implementar un plan en un país como este, con débil institucionalidad y constante asedio por parte de dirigentes sindicales, políticos corruptos, empresaurios ambiciosos y una prensa que, aunque no toda pero en su gran mayoría, se limita a ser francotirador.

Nadie dijo que gobernar fuese fácil, pero ciertamente lo hace más difícil lidiar con tantos intereses, casi nunca generales, sino particulares. 

Este domingo 16 vaya a las urnas, deposite su voto -que, por favor, no sea nulo, quiere- por la opción que más le convenza.  Si ninguna le convence, pregúntese si es que no le “late” ninguno o si tuvo la paciencia y dedicación de leer los planes de gobierno y su decisión es meditada y racional, más que emocional.

Sea como sea, si usted no va a votar, está dejando en manos de otro el futuro del país.  ¿Usted dejaría en manos de alguien más los destinos de su familia, de su hogar? Yo no. 

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